¿Se restringirán las veladas rutilantes de La Scala de Milán?
Si en Colombia a menudo la cultura ha llevado, como se dice "del bulto", Europa no parece ser la excepción. Ante la crisis que padece el continente ¡zas! hay que mocharle los recursos, adivinen a que: a la cultura por supuesto
No importa que unas cuantas voces hayan clamado en contra de la determinación, que más de un intelectual se haya rasgado las vestiduras, y que se reduzca una oferta jugosa o se afecte, incluso, la calidad de ciertas manifestaciones. Para no ir más lejos, en Italia, a la Scala de Milan, auténtica insignia de la vida cultural en la península, se le bajarán los ingresos, que en su inmensa mayoría provienen del estado, de forma sustacial de cara al 2013 hasta el punto de llevarla a tener que afrontar un déficit de casi diez millones de dólares. La situación la empeora el hecho de que el próximo año se conmemoren los doscientos años del nacimiento de Verdi y de Wagner, lo cual tendría que significar, en ese sancta sanctorum de la ópera, una literal echada de la casa por la ventana que a este paso no va a ser fácil a no ser que se recurra a cierta austeridad en las producciones o a la caza de recursos privados. Esto último no parece tan sencillo puesto que el teatro, al igual que la mayoría de las instituciones europeas dedicadas a la cultura, que han vivido del estado, no tienen experiencia en la búsqueda de fondos.
En el tema de las reducciones presupuestales Italia, Portugal, España y Grecia parecen llevar la voz cantante entre otras razones porque si quieren permanecer en la zona euro tienen que realizar recortes sustanciales en el gasto, pero la situación no se limita a las naciones más afectadas por la crisis. Por el contrario, otras latitudes, cuyos gobiernos son conservadores en una coincidencia que no parece serlo y de ninguna manera sorprende, han insistido en la necesidad de realizar cortes significativos en el rubro destinado al sostenimiento de las manifestaciones artísticas. Es así como Gran Bretaña, Hungría y los Paies Bajos han anunciado fuertes contracciones presupuestales. En el caso de Holanda, por ejemplo, los recortes ascienden a 265 millones de dólares lo que significa un 25% del total destinado a impulsar manifestaciones de este tenor. Se dice que acaso sólo sobreviviran aquellas organizaciones con repercusión internacional como la famosa orquesta del Goncertgebow de Amsterdam, o las óperas de las principales ciudades que atraen público de otros países. Quzás la situación no sea tan aguda pero, en todo caso, si obligará a replantear las políticas culturales
Por supuesto que hay opiniones, y muy fuertes, en contra de la tendencia. Andreas Stadler, director del foro cultural austriaco de Nueva York le dijo al New Yok Times que "la cultura es una necesidad básica" y agregó que "la gente tiene el derecho de ir a la ópera" Eso, que para nosotros en Colombia aún suena exótico por desgracia, a pesar de los esfuerzos que ha venido haciendo el Ministerio de Cultura del actual gobierno en lo que se refiere a fomentar una política cultural, no deja ser tranquilizador. Claró está que se trata de una voz surgida en un país que ha sido un adalid en el tema de los presupuestos culturales hasta el punto de que cuando se pagan 150 euros por una butaca en la Ópera del Estado en Viena , el estado está poniendo, al menos, un 150% más o sea 225 euros para acabar de subvencionar el espectáculo. Ojalá, en todo caso, que la situación europea, que parece ser un tsunami, no afecte a las determinaciones de otros gobiernos, que aún no se han pronunciado al repecto porque creen a pie juntillas en que es preciso mantener, a toda costa, la sanidad de una vida cultural que, al fin y al cabo, hace parte del patrimonio. Y respecto de los otros países que han emprendido el camino de los cortes, cabe preguntarse ¿por qué más bién no recortaran el gasto militar?
Bien dicho, aunque lamentablemente faltan décadas, quizás siglos, para que los gobiernos le den prioridad al presupuesto cultural y, agregaría, al educativo. Ni hablar del gobierno colombiano...
ResponderEliminarLa cultura como siempre, absolutamente perjudicada. Totalmente de acuerdo contigo Fernando. Es una verdadera lástima que los recortes de presupuesto afecten algo tan inherente al ser humanos como lo es la cultura. Algún día, cuando el mundo sea más civilizado se dará cuenta que el camino para encontrar una humanidad más pura será menester darle paso a manifestaciones culturales sanas como el teatro, la ópera o la danza. Es una verdadera tristeza.
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